Vicky Peña Gonzales es parte de la organización peruana de pequeños agricultores Confederación Campesina del Perú (CCP). En 2018 se lanzará como candidata a alcaldesa y se convertirá en la primera mujer en su distrito en presentarse como candidata.
-No podemos quedarnos con los brazos cruzados cuando las personas que nos rodean sufren injusticias. Debemos luchar por personas cuyas voces no son escuchadas, dice Vicky Peña Gonzales enfáticamente mientras caminamos juntas hacia el comedor.
Es hora del almuerzo en la escuela de liderazgo para mujeres en Managua-Nicaragua, una escuela organizada por la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo (Cloc)-La Vía Campesina de América Latina y financiada por Solidaridad SueciaAmérica Latina (SAL).
La cocina de la escuela está afuera en el exuberante jardín y se conecta directamente con una terraza pavimentada que también sirve como comedor. El lugar es fresco y aunque terminamos nuestro almuerzo, nos quedamos para continuar hablando. Vicky Peña Gonzales es una de las ochenta mujeres de América Latina y el Caribe que participan en el curso. Ella tiene 32 años y proviene de la región de Piura, en Perú. Pronto será candidata a alcaldesa, y se convertirá en la primera mujer en su distrito en presentarse como candidata.
La lucha por los derechos de los pequeños agricultores
Vicky Peña Gonzales ha participado en la organización nacional de pequeños agricultores Confederación Campesina del Perú (CCP) desde hace casi seis años. La región de la que proviene es una de las más afectadas por la reciente escasez de agua. Una situación que ella considera ha sido reforzada por la negligencia del gobierno. Su decepción es evidente:
El gobierno facilita a las empresas privadas tener un sistema de riego y les da acceso a la tierra. ¿Por qué no nos apoya a nosotras, mujeres rurales, nosotras que engendramos al mundo?
Ella cuenta que sólo unos pocos de los pequeños agricultores de la región han sido capaces de vivir de su producción en los últimos años. La ayuda estatal prometida no se ha materializado, y muchos han sido impedidos por militares para tomar las fuentes de agua que les corresponden.
Formación que profundiza el conocimiento
Vicky Peña Gonzales está satisfecha con el curso de liderazgo que según dice, le ha dado un profundo conocimiento sobre varios temas, especialmente sobre soberanía alimentaria y feminismo.
-En el discurso político sólo se discute la seguridad alimentaria, con lo que hablamos únicamente de saciar el estómago. El concepto de seguridad alimentaria ha propiciado los cultivos modificados genéticamente, las semillas patentadas, los herbicidas y beneficia exclusivamente a las grandes empresas multinacionales, explica ella.
Conocer el concepto de soberanía alimentaria ha abierto su mente y la ha llevado a creer que el cambio para los pequeños agricultores del continente es posible.
-Esta formación me ayudará en mi trabajo para proteger nuestras semillas y para apoyar la agricultura tradicional y diversa.
El apoyo a las mujeres y los jóvenes del campo
En su cargo actual como vicealcaldesa Vicky Peña Gonzales trabaja, entre otras cosas, con jóvenes, más recientemente en un proyecto de género.
Muchos dicen que los jóvenes son perezosos que no contribuyen a la sociedad. Pero cuando viajo alrededor de la región, veo la falta de iniciativas políticas para nuestros jóvenes. Los jóvenes de las zonas rurales son doblemente si no triplemente vulnerables. Fuera de las ciudades, la agricultura es la única fuente de ingresos. Cuando las oportunidades de trabajo son saboteadas por las grandes empresas multinacionales y por el mismo gobierno que favorece a las empresas privadas, ¿qué destino le espera a nuestros jóvenes? ¿Migrar a la ciudad? ¿Abandonar su tierra y su origen?
Cuando le pregunto a Vicky Peña Gonzales, quien será candidata a alcaldesa en 2018, cuál es para ella la cuestión más importante a enfrentar, ella responde sin dudar:
-Me gustaría invertir en los jóvenes, las mujeres y los niños. Muchos políticos sólo hacen inversiones materiales. Pero si no invertimos en nuestros jóvenes, la sociedad se volverá árida y tan fría como las paredes de las prisiones en la que los jóvenes por los que no apostamos, están condenados a terminar, asegura y continúa,
-Las mujeres y los jóvenes necesitan educación política, cursos como éste, en el que obtengan herramientas para defender sus derechos humanos, su tierra y sus semillas. Debemos asegurarnos de que los derechos de las mujeres se respeten, que no sean sometidas a la violencia y la opresión y que tengan derecho al control sobre su sexualidad y al acceso a métodos anticonceptivos.
La doble lucha de las mujeres
El compromiso de Vicky Peña Gonzales con la justicia se inició hace seis años cuando participó en una escuela de liderazgo similar a ésta.
Si hubiera sabido entonces de mi capacidad, ya sería presidenta del Perú en este momento, dice bromeando y riendo.
Vicky describe su propia trayectoria política como larga y difícil. Como mujer, asumir una posición de liderazgo es una batalla en dos sentidos. Al principio su mamá estaba en contra de que dejara a su marido y su hijo durante varios días cada mes. Su historia no es la única. De las mujeres líderes que conoce la mayoría son solteras, separadas o divorciadas.
Al mismo tiempo la lucha de los pequeños agricultores por el agua y la tierra es dura y peligrosa. Cuando ella me cuenta que un alcalde fue asesinado en la región recientemente, le pregunto si los riesgos no la hacen dudar de lanzarse como candidata.
– No, ya no. Si muero, muero en la lucha y por aquello en lo que creo, responde Vicky Peña Gonzales.
Texto e imagen: Sori Lundqvist
Traducción: Mónica Hernández Rejón