Latinamerikagrupperna

Solidaridad Suecia – América Latina (SAL) defiende el derecho a la alimentación y la tierra, además apoya el trabajo para una agricultura con producción local y de pequeña escala de alimentos sin tóxicos. Junto con  movimientos populares en América Latina, exponemos como el poder del sistema global de producción y consumo de alimentos, está distribuido de manera injusta. Nuestro apoyo es a través de contribuciones financieras que hacen que las acciones de los movimientos populares sean posibles y asegurándonos de que sus voces sean escuchadas en América Latina, en la Unión Europea y en Suecia.

Usted puede:

 

Nuestras demandas

Bajo las reglas de la Unión Europea aún se puede importar alimentos rociados con pesticidas que están prohibidas dentro de la unión, siempre y cuando los residuos de los productos químicos en los alimentos no superan los límites establecidos por la UE. Por lo tanto, exigimos:

Que Suecia y los actores suecos asuman sus responsabilidades para impedir la importación de alimentos rociados con plaguicidas que están prohibidos en Suecia y la Unión Europea.

El pesticida con mayor venta en el mundo, el glifosato, tiene graves efectos sobre la salud humana y el medio ambiente, pero es legal en Suecia, la Unión Europea y América Latina. Por lo tanto, exigimos:

El principio de precaución debe aplicarse a la utilización de pesticidas y glifosato, y por ende, debería ser prohibido en Suecia, la Unión Europea y en el mundo.

Los fondos de pensiones públicas suecas invierten parte de nuestro dinero común en las empresas que producen pesticidas tóxicos. Por lo tanto, exigimos:

Que los fondos de pensiones nacionales de Suecia dejen de invertir en empresas que producen y venden los pesticidas peligrosos y perjudiciales para todo ser vivo: glifosato y paraquat.

 

Contexto

En todo el continente latinoamericano se produce alimentos que posteriormente se venden en países como Suecia, con pesticidas que perjudica seriamente a las personas y al medio ambiente. Campesinos, trabajadores agrícolas e indígenas que viven cerca de campos fumigados ven a sus familiares enfermarse y pierden  ingresos cuando sus cultivos son destruidos por los tóxicos que se dispersan con el viento y el agua. A largo plazo, se hace cada vez más difícil para ellos cultivar sin pesticidas químicos.

La población rural de América Latina carece muchas veces de influencia sobre las decisiones que afectan a sus derechos. Grandes empresas agrícolas transnacionales trabajan activamente con grupos de cabildeo y tienen a menudo una estrecha colaboración con los gobiernos nacionales. El modelo de agricultura a gran escala, que las empresas promueven, desplaza a la gente para dar paso a monocultivos que demandan productos químicos.

Para cambiar esta situación  los campesinos, trabajadores agrícolas e indígenas en las zonas rurales de América Latina necesitan la oportunidad de poder influir en las decisiones que les afectan. Los movimientos populares que trabajan para lograr ese objetivo, necesitan apoyo a largo plazo y ayuda para que sus demandas tengan repercusión.

Suecia, junto con  otros países en el hemisferio norte,  tiene que asumir su responsabilidad y exigir un medio ambiente sostenible y el derecho de las personas a una vida libre de tóxicos. Es por esta razón  que Solidaridad Suecia – América Latina trabaja con la campaña vida sin veneno.